Desde que los niños empiezan a andar podrán participar en nuestra actividad de natación, una vez por semana.
El contacto con el agua se realiza a través del juego, lo que genera un vínculo afectivo y social estimulando la confianza e independencia y favoreciendo una relación con el entorno.
Los niños irán acompañados de la educadora al centro deportivo. Allí realizarán la actividad con profesores de natación y personal de apoyo. La actividad se realiza en grupos reducidos.
Aportes científicos sobre los beneficios de los niños en el agua
Cirigliano (1989). La práctica acuática favorece el desarrollo simétrico y previene las desviaciones de la columna, favorece el desarrollo de la psicomotricidad gruesa, la fina, la cognición y la socialización.
Camus (1983). Observó que los bebes que hacían actividades acuáticas tenían mayor inteligencia motriz porque tienen un campo más amplio de experimentación.
Del Castillo (1992). Establece que el agua facilita la relajación y favorece el sueño.
Conclusiones: Favorece el neurodesarrollo, aportando beneficios como los neuro-perceptivos, emocionales y social afectivos, los psicomotores y favorece el sistema inmunológico y el tránsito intestinal.
Favorece el sistema cardiovascular por la respiración, facilita el movimiento a través de la experiencia mejorando el tono muscular importante para la regulación del equilibrio.
En el agua se produce una estimulación táctil a través de los cambios de temperatura, una estimulación auditiva y visual dado a que el agua produce una distorsión visual y auditiva.
En nuestras sesiones el contacto con el agua se realiza a través del juego, lo que genera un vínculo afectivo y social estimulando la confianza e independencia y favoreciendo una relación con el entorno